La panleucopenia o parvovirus felino (FPV) es una enfermedad viral extremadamente contagiosa que afecta a los gatos. Está causada por el parvovirus felino, que es muy resistente y puede sobrevivir en el medio ambiente durante un período prolongado. El virus afecta principalmente a los sistemas gastrointestinal y hematopoyético de los gatos.
¿Qué es la Panleucopenia o Parvovirus Felino (FPV) y cuáles son los síntomas?
La panleucopenia o parvovirus felino (FPV), es una enfermedad infecciosa grave y altamente contagiosa que afecta a los gatos. Se dirige principalmente a los glóbulos blancos e invade rápidamente los sistemas digestivo, nervioso y linfático del animal.
Esta enfermedad se manifiesta de forma muy agresiva en gatitos o gatos jóvenes que aún se encuentran en etapa de desarrollo. Las células que se replican rápidamente son el principal objetivo del parvovirus felino. Por lo tanto, en los felinos de rápido crecimiento, el virus tiene la oportunidad de atacar una gran cantidad de células en diversos tejidos y órganos.
Es muy posible que un gato adulto que contraiga este virus sea asintomático y es posible que el parvovirus no se manifieste en absoluto.
El virus tiene un período de incubación de 3-4 días y su inicio es agresivo. Por tanto, cuando se observan los primeros signos (normalmente diarrea con sangre), el virus ya está establecido y ha invadido el organismo.
El inicio suele incluir fiebre (40-41 grados Celsius), vómitos, diarrea, letargo y pérdida de apetito. Estos síntomas a menudo se confunden con envenenamiento.
Otros síntomas que deberían ser motivo de preocupación incluyen apatía y letargo, indiferencia hacia el entorno, cabeza apoyada en las patas, defecación frecuente y maloliente (hasta 25 veces al día), abdomen sensible y doloroso, llanto, dificultad para caminar, exceso de peso. sed y, en casos graves, desarrollo de conjuntivitis, parálisis de las extremidades y pérdida de elasticidad de la piel.
¿Cómo se transmite el parvovirus felino?
La panleucopenia o parvovirus felino (FPV), se transmite rápidamente por contacto oral entre gatos o por contacto con las heces o la saliva de otro gato. Además, los propietarios pueden llevar el virus a sus hogares al llevarlo en la ropa o los zapatos. Los gatitos menores de 5 meses son los más afectados y el virus puede persistir hasta un año después de que un gato ha sido infectado. La tasa de supervivencia de este virus es del 50%.
El virus es resistente y puede esconderse en alfombras, muebles y pisos de madera, pero puede destruirse con sustancias a base de lejía.
Desafortunadamente, el 95% de los gatos afectados mueren en un plazo de 3 a 4 días si se descuidan los síntomas.
Tratamiento del Parvovirus Felino y Vacunación
Desde el primer día que se observen síntomas se recomienda consultar al veterinario. El diagnóstico se puede establecer mediante una prueba rápida (ELISA) que cuenta los glóbulos blancos.
Una vez que se detecta el virus, se debe aislar al gato de otros gatos, limpiar el área y desechar todos los elementos con los que haya estado en contacto y reemplazarlos por otros nuevos.
El tratamiento se realiza preferentemente en el ámbito hospitalario, por lo que el gato debe permanecer hospitalizado durante todo el periodo recomendado por el veterinario.
El tratamiento es bastante agresivo e implica fluidoterapia intravenosa, antibióticos, glucosa, vitaminas, electrolitos y, ocasionalmente, transfusiones de sangre.
Si el gato sobrevive, asegúrese de desinfectar minuciosamente la sala de estar. Si tienes otros gatos, aíslalos del enfermo y baña al gato que trajiste del hospital.
El gato debe permanecer en una habitación tranquila y cálida durante unos días después del tratamiento y se le puede dar té de manzanilla o menta. Sigue al pie de la letra la dieta y el tratamiento prescrito por el veterinario.
Una vez tratado y salvado, el gato se volverá inmune por el resto de su vida.
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Conclusión
En conclusión, es fundamental comprender la gravedad de la panleucopenia o parvovirus felino (FPV) y sus posibles consecuencias para los gatos. El diagnóstico precoz y la intervención veterinaria inmediata son primordiales cuando se trata de Panleucopenia o Parvovirus Felino para mejorar las posibilidades de supervivencia y recuperación. Esta enfermedad mortal y altamente contagiosa requiere un aislamiento estricto, hospitalización y un enfoque de tratamiento agresivo. Al priorizar la salud y el bienestar de sus compañeros felinos y buscar atención médica inmediata, puede controlar eficazmente la amenaza de panleucopenia o parvovirus felino.
¿Qué es la panleucopenia felina (FPV)?
La panleucopenia felina (FPV) es una enfermedad viral grave y altamente contagiosa que afecta a los gatos. Es causada por el parvovirus felino y puede afectar los sistemas gastrointestinal y hematopoyético de los gatos.
¿Cómo se transmite la Panleucopenia Felina?
La enfermedad se transmite por contacto directo entre gatos o por exposición a las heces o la saliva de un gato infectado. Los humanos también pueden transportar el virus a sus hogares a través de la ropa o los zapatos.
¿Cuáles son los síntomas de la panleucopenia felina?
Los síntomas incluyen fiebre, vómitos, diarrea con sangre, letargo, pérdida de apetito, dolor abdominal y, en algunos casos, conjuntivitis, parálisis y dificultad de movimiento.
¿Cómo se trata la Panleucopenia Felina?
El tratamiento a menudo implica hospitalización, terapia con líquidos intravenosos, antibióticos, glucosa, vitaminas y electrolitos. En casos raros, pueden ser necesarias transfusiones de sangre.
¿Cómo se puede prevenir la Panleucopenia Felina?
La prevención incluye la vacunación periódica de los gatos contra el parvovirus felino. Mantener una buena higiene y evitar el contacto con gatos desconocidos o infectados también puede reducir el riesgo de transmisión del virus.