Salud del gato

Diabetes felina. Síntomas, causas y tratamiento

Diabetes felina. Al igual que los humanos, a medida que los gatos envejecen, pueden sufrir diversas afecciones de salud, incluida la diabetes. De hecho, es la segunda dolencia más común a la que se enfrentan los gatos. Los primeros signos de diabetes pueden aparecer a los 6 años, pero los primeros indicios de que un gato puede estar padeciendo diabetes suelen hacerse evidentes alrededor de los 9 años.

La diabetes es una enfermedad pancreática, caracterizada por la incapacidad del páncreas para producir suficiente insulina. Esta enfermedad se puede detectar fácilmente en la mayoría de clínicas veterinarias mediante análisis de sangre u orina. Cuando se detecta a tiempo y no se trata, la diabetes puede provocar diversas complicaciones renales, metabólicas, neurológicas o incluso mortales.

Diabetes felina: síntomas

Los síntomas de la diabetes felina son diversos y algunos de ellos pueden imitar otras afecciones. Aumento de la sed, micción frecuente, aumento del apetito, pérdida de peso, apatía y letargo, pérdida del brillo del pelaje, debilidad en las extremidades, cistitis bacteriana, trastornos de la retina y depresión son los signos clave que deberían hacerte reflexionar y llevar rápidamente a tu gato a un clínica veterinaria.

Causas de la aparición y desarrollo de la diabetes en gatos.

Las causas de la diabetes en los gatos son múltiples, pero la mayoría de las veces, los factores principales incluyen obesidad, nutrición inadecuada, una dieta desequilibrada, deficiencias de vitaminas, enfermedades del tracto digestivo como úlceras o colitis, enfermedades del hígado, enfermedades de la vesícula biliar, sobrealimentación, pancreatitis, hepatitis, uso de medicamentos hormonales y anticonceptivos, y predisposición genética. Todos estos factores pueden llevar a un gato a desarrollar esta enfermedad pancreática.

Tratamiento y dieta para gatos con diabetes.

El tratamiento gira en torno a una dieta equilibrada, baja en hidratos de carbono y azúcares, y rica en proteínas, lípidos, vitaminas y minerales. La administración de medicamentos o inyecciones de insulina es parte del tratamiento de esta enfermedad. El veterinario elegirá el mejor régimen de tratamiento y alimentación. El tratamiento es un compromiso a largo plazo y su gato requerirá toda su paciencia y responsabilidad para llevarlo a cabo, ya que en muchos casos la enfermedad puede retroceder.

El tratamiento con insulina se determina en función del peso del gato y, si la enfermedad se detecta a tiempo, los gatos suelen responder bien a los medicamentos orales. Además, es fundamental que la insulina se administre a la misma hora todos los días. Está descartado iniciar este tratamiento sin consultar a un médico veterinario especializado que establecerá el tratamiento y la dieta en base a análisis de sangre y orina.

Diabetes felina: seguimiento

El seguimiento es crucial para abordar las posibles complicaciones que puedan surgir durante el tratamiento de la diabetes felina.

Puede controlar los niveles de glucosa en sangre en casa recogiendo muestras de sangre diarias, anotando el momento de la inyección de insulina, la cantidad de insulina inyectada, la cantidad y el tipo de alimentos proporcionados, la cantidad y hora en que se consumieron los alimentos, la cantidad de agua consumida. , registrando el valor de glucosa en sangre antes de la administración de insulina, y semanalmente, el peso del gato.

Parte del seguimiento también implica la recogida de muestras por parte del médico veterinario, y no alterar las cantidades de alimentos o insulina sin consultarlo. La glucosa excretada en la orina indica si el tratamiento es adecuado y eficaz. Puede utilizar arena especialmente diseñada para la recolección de orina o arena de acuario prelavada.

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La orina a recoger es la de la noche a la mañana o primera hora de la mañana. Si la dosis de insulina administrada es demasiado alta, los niveles de glucosa en sangre pueden bajar significativamente. Si un gato diabético experimenta letargo, temblores, convulsiones, debilidad o inestabilidad de las extremidades, es necesario determinar sus niveles de azúcar en sangre y buscar atención veterinaria inmediata.

El ejercicio diario y un régimen adecuado y equilibrado pueden prevenir la aparición de diabetes felina.

*Tenga en cuenta que este artículo no está escrito por un médico veterinario y proporciona información general sobre la diabetes felina, incluidas sus causas, tratamiento y dieta. Le recomendamos que consulte a un médico veterinario tan pronto como note algún cambio en el comportamiento y los hábitos de su gato.

Conclusión

En conclusión, la diabetes felina es una afección prevalente y potencialmente mortal que afecta a muchos gatos. Es importante que los dueños de gatos conozcan los síntomas, las causas y las opciones de tratamiento disponibles para esta enfermedad. La detección temprana y el manejo adecuado, incluida una dieta equilibrada y una terapia con insulina, pueden ayudar a los gatos diabéticos a llevar una vida más sana y feliz. El seguimiento y la comunicación regulares con un profesional veterinario son clave para garantizar la mejor atención posible para la diabetes felina.

Soricel

Si la reencarnación existe, en una vida futura, me gustaría ser mi propio gato. ¡Mina!

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